Alguien trajo a la
puerta de casa
un libro con relatos
de navegantes.
Antes estaba ese hueco
Antes estaba ese hueco
pero esta noche dejó
de llover,
desde la gran ciudad
vino un viento helado
y sacamos los
pulóveres de lo hondo del clóset.
No sé si saldrá el
sol mañana pero
terminaré de
escuchar este programa de radio,
tal vez pique unas
galletas húmedas de la alacena
y me meteré en mi
pijama y la cama estará caliente.
No tengo nada que
contarle a nadie,
sólo leí ese libro sobre navegantes
sólo leí ese libro sobre navegantes
y no creo que haya
algo más importante
que letras como olas
capaces de llevarte
a lugares que no conocías hasta entonces.
¿Pensarás en mí
tanto como yo en ti?
Te extraño,
capitán.
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