Dentro de este polígono de paredes alquiladas
entre las lianas de
cobre cubiertas de plástico negro
entre medio de todos
estos forros y pastas, lomos, solapas,
hojas descosidas,
despegadas, sin tapa y entre
las pilas de discos
compactos que no tenemos dónde tocar
envejece mi sistema
operativo
y seis años no han
pasado volando sino
mutando,
avanzan con pasos
de mamut.
Calaveras eléctricas
yacen en los
cajones llenos
de dispositivos
vacíos,
no se rompen cuando caen al suelo.
no se rompen cuando caen al suelo.
Hemos comprado
teléfonos que ya no
se pueden marcar,
adaptadores
para los aparatos
perdidos
en los bolsillos del
equipaje que guardamos
para hacer viajes
que nunca se llevan a cabo.
Ese horno de microondas
Ese horno de microondas
grande como una
ventana
funciona pero ya
no puede usarse
porque no cabe, pasó de moda,
hay que
aterrizarlo porque sólo tiene dos patas,
es peligroso
ahora.
En el corazón de la máquina algo gira ágilmente y repica
En el corazón de la máquina algo gira ágilmente y repica
cuando la escucho
con atención parece
querer decirme algo
antes
de apagarse
sin motivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario