Fascinada con el
genio de los muertos por sobredosis y los suicidas
dejé todo.
No conseguí
extasiarme ni
convertirme
en un sonido
aterciopelado,
encontrar nuestro
espíritu en el follaje de un árbol.
Ningún ladrillo fue
suficiente
para levantar un
muro suficientemente alto
que pudiera llamarlo
por el nombre de casa.
Sólo, si acaso,
algunas paredes prestadas,
momentos esperando
bajo mi propia sombra en el verano,
espiar a la gente
que baila sin vergüenza
y a los chicos que
navegan
barcos de papel en
la cuneta.
Los pasos de aquellos que se retiran sin
Los pasos de aquellos que se retiran sin
llevarse nada
consigo
son melodías exactas
son melodías exactas
y nosotros aquí
equivocados,
con la única certeza de volver a encontrarnos,
con la única certeza de volver a encontrarnos,
extrañamos los
sueños
en los que flotamos
y seguimos afilando nuestros
globos para
entender cómo será
el mundo mañana
sin éxito.
La fe también flota
aunque no sé de qué
se trata.
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